Nota: ilustración de
Fernando "Niño".
El conformismo si no mata…
A mí qué me
importa que la cantante Taylor Swift haya ganado el juicio contra el locutor
David Mueller por haberle manoseado el trasero ¡en el 2013!, quien ahora abonará
la compensación simbólica de ¡un dólar! Digo a mí qué me importa.
Mientras
me masturbo las narices, oigo que un compañero me dice que ya no escriba
chingadera y media y siempre negativamente, “no todo está tirado al traste”. Sigo
masturbándome las narices y le digo: “Todo está tirado, nos están tirando,
arrojando a la mierda…” Mi compañero me mira, se le salen los pómulos y las
orejas, encabronado que está: “No manches, en serio, no todo está de la chingada”.
Me largo a otro lado, donde no escuche “miopeses” (“Yo me voy a otra parte./ Y
me llevo mi mano, que tanto escribe y habla”, versificó Jaime Sabines).
Llevo mi trasero a otra parte y leo que
“el 1% más acaudalado de la población mexicana posee la tercera parte de la
riqueza nacional y el 10%, las dos terceras partes de los activos totales, según
se desprende de un estudio elaborado por el profesor del ITAM Miguel del Castillo para la CEPAL”. Ahí nomás.
Del Castillo insiste: "…un país
con mucha riqueza natural; tiene minerales y petróleo, una extensa costa,
recursos hídricos (principalmente en el sureste), bosques y suficiente
superficie agrícola para alimentar a sus habitantes". Pero la situación
actual es bien diferente: uno de cada cinco mexicanos pasa hambre; el salario mínimo diario (80 pesos o 4,5 dólares) no es
suficiente para alimentar a una familia y más de la mitad de la población no
ingresa lo suficiente para comer correctamente y acometer los gastos básicos de
salud, educación, vestido, vivienda y transporte”. (elpais.com,14-08-17). Harto
sabido: puritita defecación. ¿De dónde sacar algo positivo? “Bueno, chico, al
menos estamos vivos”, me dice otro compañero un tanto burlón. El conformismo si
no mata, apendeja y por ese camino la mayoría permanece jodida.
Alguien más me comentó que debería dar
un giro a mis comentarios que escribo e ir al grano, no darle tantos rodeos a
lo que realmente quiero decir, y la verdad mientras me exploro el culo, me
encuentro un grano y pido a Dios no sean almorranas o eso que llaman
hemorroides –¿es lo mismo? Carajos, exclamo, y voy echarme a otro puesto, ahí
donde pueda posar mis asentaderas y estar a gusto y contento… ya lo adivinan… Entonces
de inmediato me asusto y me digo, cabrón, no me vayan a “coger” como al Tigre
de Santa Julia, joder, en estos tiempos violentos y yo tan santito. Aun así, por
ser temporada vacacional, aunque a mí no me las han dado (las vacaciones),
decido leer las greguerías de Ramón Gómez de la Serna:
*Hay tanta gente alrededor de la jaula
de los monos que parece que dan conferencias.
*No
se deben dejar las tijeras abiertas porque así podrán cortar el hilo del
destino.
*Si
sigue así la criminalidad de menores habrá que construir un sillín
electrocutarte a semejanza del que hay en las peluquerías para los niños.
*A
los presos los visten con pijamas a rayas para ver si vestidos de rejas no se
escapan.
*El
capitalista es un señor que al hablar con vosotros se queda con vuestras
cerillas.
*Cuando
anuncian por el altavoz que se ha perdido un niño, siempre pienso que ese niño
soy yo.
*Todos
hemos tenido cara de payasos al enjabonarnos la cara.
Luego
les comparto más greguerías, es completamente mejor que escuchar las
chingaderas de los políticos.
De cinismo y anexas
Por cierto,
¿han dejado que les vean el trasero para que les adivinen el futuro? Claro que han
dejado que se las vean pero no precisamente para eso. Pos dicen las malas
lenguas y videntes que es posible.
Encontré lo siguiente en mi posición de
Tigre de Santa Julia (perdonen castos lectores): “Según declaraciones de
Jacqueline Stallone, reconocida astróloga, madre de Sylvester Stallone y
aficionada a leer traseros, el lado derecho del glúteo representa el hemisferio
cerebral izquierdo y permite predecir el futuro, mientras que el lado izquierdo
representa el hemisferio cerebral derecho y muestra el pasado de las personas.
“Por
otra parte, Ulf Buck, seguidor de la rumpología, compartió una guía que explica
cómo es la gente, dependiendo de la forma de su trasero: Las líneas que se
extienden hacia adentro de las nalgas representan éxito, carrera y capacidad
artística. Un trasero con forma de manzana indica a alguien que es carismático,
dinámico, muy confidente y a menudo creativo. En cambio un trasero en forma de
pera sugiere a alguien con mucha firmeza, paciente y con los pies en la tierra,
dijo”. (vanguadia.com.mx, 2015).
Tendré
que tomar un curso intensivo de rumpología. Creo que me equivoqué de carrera y
destino.
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