Pbro. José Manuel Suazo Reyes Director Oficina Comunicación Social Arquidiócesis de Xalapa
El ambiente que estamos viviendo en Veracruz en términos de seguridad es
bastante grave. Las sombras de la muerte siguen sembrando luto, dolor e
impotencia. La violencia se hace presente en atentados contra la vida y los
derechos humanos a través de homicidios, secuestros, extorsiones y todo tipo
de desprecio por la vida de las personas. No podemos acostumbrarnos a este
ambiente que le roba el futuro a las personas, por ello siempre estaremos a
favor de la vida y anunciamos que todo ser humano merece gozar plenamente
de sus derechos. Toda persona necesita vivir en paz y en armonía con todos.
Nos alegra y llena de esperanza que siga habiendo instituciones que
promueven el respeto y la construcción de la paz, que haya instituciones que
promueven la defensa de la dignidad de la mujer y que reconocen sus
derechos y favorecen su desarrollo y realización.
Nos alegra también que las
asociaciones civiles que representan a la mayoría de los veracruzanos y que
están a favor de la vida, la educación, la familia y el matrimonio natural, están
haciendo escuchar su voz para anunciar y exigir el respeto de estos valores
que están en el origen de nuestra sociedad.
Como una pequeña muestra baste recordar que el pasado 12 de julio de 2017,
un poco más de 30 asociaciones civiles se dieron cita en el Congreso del
Estado de Veracruz para presentar a los diputados, diferentes
argumentaciones de tipo médico, jurídico y psicológico así como para
desmontar las falacias de una supuesta segunda alerta de género en Veracruz.
Se ofreció información valiosa para defender el valor de la vida. La vida es un
derecho fundamental que se encuentra a la base de todos los demás derechos
humanos. La vida humana inicia desde el momento de la concepción, el
proceso siguiente es simplemente su desarrollo; a partir de que el óvulo es
fecundado por un espermatozoide se contiene ya toda la carga genética que la
persona tendrá.
Está demostrado científicamente que la vida humana inicia con la fecundación
del óvulo. Defender la vida no es una cuestión de creencia o de grupos
religiosos, sino un dato antropológico y ético que se funda en la ciencia. A partir
de la fecundación, el cigoto cuenta ya con su propio código genético que lo
hace único, independiente y diferente a sus progenitores. El desarrollo posterior
del cigoto se caracteriza por tres elementos: 1) CONTINUIDAD, es el mismo
desde la fecundación hasta que llega la muerte. 2) GRADUALIDAD, el cigoto
va sufriendo cambios desde los más simples como la etapa celular, hasta los
más complejos como el desarrollo nervioso y 3) COORDINACIÓN, todo se va
organizando para formar una sola unidad, la misma persona. El aborto
extermina a este nuevo ser humano.
Nada sucede a lo largo de la gestación que modifique la esencia del concebido.
Una vez dada la fecundación, el desarrollo es gradual y completamente
independiente. La madre sólo lo alimenta y lo protege. El nuevo ser humano se
va desarrollando por sí mismo. Por lo tanto la madre y el hijo son dos seres
completamente distintos. Por ello es que no vale el argumento del “derecho del
cuerpo” para justificar el aborto. Una persona puede tomar decisiones sobre su
propio cuerpo, pero no sobre el cuerpo de los demás. Con el aborto, se asesina
a un ser humano.
Cuando una mujer está embarazada vive un proceso que afecta toda su
persona, no sólo está embarazada físicamente, sino también psicológicamente,
es decir vive el embarazo en todo su ser. Por lo tanto si tuviera un aborto, se
afectaría toda su persona. De ahí los traumas y trastornos del así llamado
“Síndrome post aborto”, que se presenta a corto o a largo plazo y en ocasiones
por su gravedad, llega a derivar en suicidio. El aborto es una forma muy
perversa de crear más víctimas.
Como cualquier otra intervención quirúrgica, el aborto implica siempre un
peligro para la salud de la mujer. El aborto afecta al concebido y a la madre.
Deseamos una sociedad que ame y respete la vida humana, que valore la vida
de cada individuo.
Por todo ello, nos unimos a las millones de voces que ya se han estado
expresando en nuestro Estado: No más sangre inocente en Veracruz. No al
crimen horrendo del aborto.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario