* A pesar de sus
consecuencias, se sigue tolerando en la práctica médica
* Propone que se
establezcan sanciones más severas a quien la ejerza
Boca del Río, Ver., 2 de septiembre
de 2019.- Bajo ninguna circunstancia debe permitirse la violencia obstétrica
durante la práctica médica; no sólo se trata de actos que ponen en riesgo la
salud de las pacientes sino que violenta sus derechos humanos y su dignidad,
afirmó la diputada local Andrea Yunes, Presidenta de la Comisión de Salud del
Congreso local.
Explicó que el
espectro de la violencia obstétrica es muy amplio pues lo mismo se genera en los servicios de salud públicos o privados que durante las
diferentes etapas del embarazo, parto y posparto. Se trata una
combinación de la violencia de género contra las mujeres y de la violencia
institucional, por lo que es aún más grave, dijo.
“Esta
violencia puede expresarse en la falta de acceso a servicios de salud
reproductiva, en un trato inhumano, denigrante o intimidatorio por parte del
personal de salud, negando a las mujeres la capacidad de decidir de manera
libre e informada sobre dichos procesos reproductivos, como sucede en amplias
zonas rurales de Veracruz e incluso en los centros urbanos”, agregó.
En
los últimos 5 años, 1 de cada 3 mujeres de 15 a 49 años que tuvo un parto en
México sufrió algún tipo de maltrato por parte de quienes las atendieron
(ENDIREH, 2016). Según datos de Fundar, entre 2015 y 2018, la Comisión
Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha emitido 50 recomendaciones a las
instituciones de salud por violencia obstétrica.
Andrea Yunes dijo
que es necesario un marco jurídico que establezca sanciones más severas a quien
realice actos que causen daño físico o psicológico a la mujer y
que vulneren sus derechos reproductivos. “Hay prácticas que son
verdaderamente inaceptables ante las posibilidades que hoy ofrece la medicina y
los servicios de salud”.
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